1. Pon las pantallas a una distancia adecuada.
2. Pausas intermitentes
Normalmente, parpadeamos con una frecuencia entre 15 y 20 veces por minuto para poder lubricar los ojos, repartiendo las lágrimas de manera uniforme sobre toda la córnea. Pero esta frecuencia se reduce a la mitad cuando estamos frente a una pantalla, lo que nos lleva a generar sequedad e irritación ocular, garantizando mejorar tu salud visual.
Por este motivo, se recomienda hacer descansos cada 20 minutos por 20 segundos para poder relajar la acomodación y la convergencia a la vez que se parpadea con más regularidad.
3. Protege los ojos de los rayos UV
La visión puede verse deteriorada por la exposición a los rayos ultravioleta. El uso de gafas que nos garanticen esta protección permite evitar problemas que pueden provocar cataratas o enfermedades como la degeneración macular, entre otros. Es crucial asegurarse que los lentes sean de calidad y posean el filtro UV.
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